Un par de ideas sobre la industria de la moda
La moda es identidad, autoexpresión y pertenencia. Es una forma de arte, una forma de ser. Es una cosa bella, un reflejo de su época. También es responsable del ~ 10% de las emisiones de carbono y del 20% de las aguas residuales globales a lo largo de sus complejas cadenas de suministro.
El problema no está sólo en los materiales utilizados y los procesos a través de los cuales se hacen las prendas (una camisa hecha de poliéster tiene el doble de huella de carbono en comparación con una hecha de algodón). Casi todos los bienes de consumo sufren de eso. La industria de la moda es particularmente problemática debido al ritmo rápido, muy rápido, con el que cambia.
Las compras en línea y la cultura de la moda rápida pueden más que duplicar las emisiones, no sólo por el transporte adicional, sino también porque cada pieza de ropa se usa cada vez menos (según la Fundación Ellen MacArthur, el número promedio de veces que una pieza de ropa se usa disminuyó 36% entre 2000 y 2015).
La forma y la frecuencia con que lavas tu ropa también pueden tener un impacto significativo en la contaminación del agua y los desechos. Lo mismo ocurre con la forma en que desechas tus prendas al final de lo que percibes como su vida útil (85% de los textiles terminan en basureros o son quemados). Y enfatizamos la percepción porque la mayoría de las veces todavía son lo suficientemente buenos para que alguien más los use (ya sea a tu prima favorita o un beneficiario de la caridad).
Y no nos olvidemos de la gran cantidad de problemas sociales que han rodeado a la industria de la moda durante años: desde el trabajo forzado y la trata de personas (el Índice Global de Esclavitud de 2018 clasificó a la industria textil entre los 5 riesgos principales de haberse producido usando esclavitud moderna); racismo y apropiación cultural (Isabel Marant, Gucci, Prada, Dior, Vogue, Prada, Carolina Herrera y varios otros); a acusaciones de conducta sexual inapropiada.
Si queremos limitar el calentamiento global y prevenir el cambio climático catastrófico, es imperativo que hagamos cambios radicales en la forma en que se hacen, venden, entregan, usan y desechan las prendas. Transformar la industria de la moda también es primordial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Existen múltiples ejemplos buenos, aunque imperfectos o insuficientes, de esfuerzos realizados alrededor del mundo (la Alianza de las Naciones Unidas para la Moda Sostenible, la Iniciativa Mejor Algodón, el Estándar Global de Textiles Orgánicos, Circular y Amigable con el Clima del Grupo H&M y la Estrategia de Acción por el Clima de Levi Strauss, por nombrar algunos).
Sin embargo, los consumidores también pueden desempeñar un papel importante en mejorar, perfeccionar e impulsar este tipo de iniciativas. A pesar de todas las críticas que reciben los millennials, el 73% de los nacidos entre 1977 y 1995 están dispuestos a pagar más por moda sostenible. Si los consumidores pueden cambiar de opinión, también pueden liderar el camino hacia un mundo más sostenible.